La historia es la disciplina científica que se ocupa de la ordenación cronológica de los hechos ocurridos a toda la humanidad o a algún grupo social en concreto, analiza la veracidad de los mismos y examina de forma crítica las fuentes de información.
La palabra historia se utiliza de forma ambigua para
designar lo que ha ocurrido en el pasado así como lo que se ha escrito sobre
él. Es este segundo sentido el que ayuda a definir lo que es la historia: la
interpretación de las experiencias vividas en una sociedad.
Esto nos puede remontar a la filosofía en la cual personajes
como Aristóteles decían que el hombre era un animal político que vivía y se
realizaba en una ‘’polis’’. En dicha ciudad el hombre es un ser social por naturaleza
y mediante la búsqueda de su felicidad conseguía establecer lo justo, en lugar
de someterse al derecho del más fuerte, lo que era imposible en un gran Imperio
como el de los tiempos en que Aristóteles vivía.
Por otra parte, también se puede mencionar a otro filósofo más
actual, Ortega y Gasset, quién decía que el hombre está siempre delimitado por
la época histórica que le ha tocado vivir. La vida era definida como una razón
histórica en la interpretación definitiva de sus vivencias. Ortega decía: ‘’ El
hombre no tiene naturaleza, lo que tiene es historia’’.
También entendía la Historia como el horizonte más lejano,
la circunstancia más general que envuelve nuestra vida y por otra parte, la Sociedad
lo social, como expresión actual de la historia en la vida individual, es el
ámbito más próximo en que estamos instalados aquí y ahora.
Fue en la Grecia clásica cuando aparecieron las primeras
muestras de obras históricas. Los griegos hacían una gran distinción entre
historia y biografías. Por lo que la influencia de la historiografía griega fue
larga y marcó la producción romana.
Con el declive del imperio romano apareció la historiografía
cristiana que hasta el Renacimiento no comenzó a desaparecer.
La transmisión oral
fue el primer sistema de recopilación histórica. Cuentos, leyendas e incluso
poemas eran transmitidos de generación en generación, confundiéndose lo real
con lo imaginario.
Esto nos recuerda a la poesía épica medieval en la que los
juglares relataban hazañas de héroes en las que se añadían referencias
históricas reales mezcladas con el mundo fantástico e imaginario.
Pero como he mencionado anteriormente en el Renacimiento se
comenzará a diferenciar la historia de la teología, reivindicando el libre
pensamiento del hombre y la fuerza de la razón. En este período destaca la
figura de Maquiavelo, quién en su obra el príncipe analizó de forma teórica la
figura del gobernante y habló sobre el poder y las imperfecciones sobre quién
lo ostentaba.
Más adelante en el siglo XIX, se describe por primera vez la
coherencia de la revolución industrial con la historia de la economía, una relación
que tuvo su punto culminante con el materialismo de Marx. El cual, pretendía explicar
las circunstancias materiales que conforman la vida social de una comunidad
explicado en su materialismo histórico. Esta teoría tenía como principales
objetos a la economía, a la sociedad y a la historia.
En definitiva, la Historia se encuentra presente desde
siempre en nosotros y tenemos que darle la importancia que merece, ya que es
una valiosa fuente de información que puede ser válida incluso en nuestro día a
día; porque tenemos que tener encuentra nuestros orígenes para no cometer
errores realizados por la sociedad en otros tiempos.
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