viernes, 2 de diciembre de 2011

Evolución Demográfica de España en el siglo XVII

En el siglo XVII la población decrece al ritmo de la crisis económica; esta crisis generalizada es una característica fundamental de dicho siglo, aunque, no abarca todo el siglo ni tampoco afecta por igual a todos los sectores; un buen ejemplo de esto último es la magnificencia que cobra el campo cultural y artístico, en este sentido España vive uno de sus mejores momentos.

Esta etapa es más conocida ya que comienzan a registrarse sistemáticamente bautizos y defunciones; de esta época son también los primeros recuentos por vecinos, los padrones municipales y eclesiásticos; aunque aún son incompletos.

Durante este siglo, la población española sufrió un estancamiento, su crecimiento se detiene, contando con una población de unos 8 millones de habitantes. La crisis fue mucho mayor en el interior de la península, en el reino de Castilla que perdía más población en comparación a reinos periféricos.

Las causas que provocan esta parada demográfica son varias,y podemos destacar:

1. Las sucesivas crisis de subsistencia producidas por la continuidad de las malas cosechas, acentuadas por las guerras de este periodo que impedían y dificultaban un adecuado abastecimiento de alimentos del exterior.

2. Las epidemias, cuya extensión se veía favorecida debido a la desnutrición y la guerra. Podemos mencionar tres grandes oleadas, una a finales del siglo XVI, otra entre 1647-1652 y la última entre 1676-1685.

3. Las guerras, algunas de ellas afectaron directamente a la península ibérica, como por ejemplo las sublevaciones de Cataluña, Portugal o la guerra de las Alpujarras.

4. La expulsión de los moriscos (1609), unas 300.000 personas, cuya incidencia fue mayor en el levante y sur peninsular, ya que en esa zona había un mayor grado de presencia de éstos.

5. La emigración a América, que era vista en varios casos como una posibilidad para escapar de la crisis y la situación que se daba en el país.

De esta forma se ve rota una tendencia de crecimiento continuo de la población que abarcó algo más de dos siglos; fue un siglo de sociedades pre-industriales, donde se daban grandes tasas de natalidad y mortalidad; una mortalidad propiciada por todas las epidemias, la hambruna, falta de higiene, y las frecuentes guerras. La economía de esta época era básicamente agrícola, por lo tanto, si había buenas cosechas la población aumentaba, pero si por el contrario, eran malas, el hambre sería un factor que contribuía más aún a extender enfermedades.

Se cree que la crisis que se produjo en este siglo fue derivada de la transición del feudalismo al capitalismo. Mientras en algunas zonas de Europa este proceso inducía ciertos cambios que anticipaban el nuevo orden social, en España nuestra sociedad continuaba anclada en su concepción feudal, en la que la máxima aspiración era entrar en el grupo de privilegiados;

-Nobleza: Un grupo importante, suponen el 10% de la población; la mayoría se concentran en el norte de España; esta nobleza ha ido cambiando sus hábitos, convirtiéndose así en una nobleza cortesana, que tiene su casa en la corte, cercana al poder del Rey. El origen de sus riquezas ya no proviene de las guerras, sino de la renta de sus tierras, así como de intereses que recibe de los títulos de deuda que ha adquirido y de los cargos que ostenta y previamente ha comprado.
Estos nobles dada su nueva condición, tratarán de controlar los órganos de gobierno locales, así como las universidades de Derecho, donde se dan los accesos a los cargos de administración.

-Clero: Grupo menos numeroso que el anterior, pero que también creció durante el siglo. Socialmente, es el grupo más culto del país, ya que la formación es esencial y va unida al proceso para ser sacerdote. No es un grupo homogéneo, ya que puede ser dividido en un alto clero, formado por la jerarquía eclesiástica que habita en las ciudades o en zonas rurales ricas; y por otro lado el bajo clero, de origen humilde cuya situación si se compara al resto es desahogada dada la multiplicidad de recursos que tiene.

-El estado llano: Dentro de un mismo grupo, se engloba una multitud de personas, cuyo rasgo común es no tener privilegios. Es el grupo más numeroso y más diverso. Predomina el campesinado, cuya situación empeoró, por lo que muchos recurrieron a la emigración hacia América, o a la revuelta. Podemos distinguir dos grandes grupos:
-aquellos que poseen tierras, más numerosos en la zona norte y que aparte trabajan también las de otros.
-aquellos que no disponen de tierras, jornaleros que viven de su trabajo, más predominantes en Aragón, Extremadura, Valencia y Andalucía.

Otro grupo es el de artesanos y comerciantes, viven en la ciudad organizados en gremios por profesiones, que sirven para regularizar lo concerniente a su profesión; en este grupo pocos son españoles, predominando la población que viene de Europa; su aspiración es ennoblecerse, así que, cuando su situación lo permite, compran tierras y un título de nobleza.

El último grupo serían los rentistas, aquellos que ‘’viven de las rentas’’ que producen sus propiedades; también en este último grupo podemos encontrar a los mendigos, pobres, delincuentes...

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